La sanción del JNJ a Delia Espinoza, disfrazada de medida cautelar, no se explica por una falta concreta sino por la negativa de Espinoza a entregar el cargo a Patricia Benavides sin un mandato válido.
Una trampa del JNJ que asegura la caída de Delia Espinoza
La suspensión de Delia Espinoza se justifica en que desobedeció una resolución “obligatoria” que nunca lo fue. Si Espinoza cumplía, caía en abandono de cargo. Si no cumplía, como ocurrió, la sancionaban por desacato. La Junta Nacional de Justicia construyó una trampa en la que la fiscal debía perder de cualquier forma.
El expediente revela su carácter arbitrario. La JNJ sostiene que la institucionalidad no se rompe porque “cualquiera de los otros fiscales supremos” puede reemplazarla. Es el intento de normalizar un abuso que deja en claro que el desenlace no es temporal sino definitivo.
La maquinaria detrás de la suspensión
La propia resolución de la JNJ adelanta lo que vendrá. La destitución de Delia Espinoza es el paso siguiente de un proceso diseñado para excluirla del Ministerio Público. El mensaje es inequívoco. Quien se oponga al pacto de control político será removido.
El caso expone la maquinaria que hoy se activa para someter a las instituciones. La JNJ no actúa sola. Cumple un rol funcional en un esquema de copamiento del Estado que busca controlar el Poder Judicial, la Fiscalía y cualquier órgano de control que pueda incomodar a los grupos que hoy gobiernan y legislan.
Escenarios de resistencia limitados contra el JNJ para Delia Espinoza
Delia Espinoza aún puede apelar. Lo hará, aunque el Tribunal Constitucional y la Corte Superior no parecen instancias dispuestas a revertir lo que ya está escrito. El camino será internacional, con la desventaja del tiempo a favor de quienes consolidan el control interno.
Mientras tanto, el fiscal Pablo Sánchez asumirá de manera interina la Fiscalía de la Nación. En la línea de sucesión también aparece Zoraida Ávalos. Más abajo esperan Tomás Gálvez y Patricia Benavides. Cada nombre en la lista confirma que la JNJ ha movido las piezas para completar la captura del Ministerio Público.
Un golpe que se esconde bajo papeles
La suspensión del JNJ hacia Delia Espinoza no es un trámite menor. Es una advertencia. La JNJ ha demostrado que puede disfrazar un golpe con la forma de una resolución administrativa. El resultado es el mismo. La democracia se vacía y el poder queda blindado.
El país se acostumbra a estos golpes invisibles. La diferencia es que ahora tienen la firma de la JNJ.